Maridajes de vino y postre: Cómo realzar el tiramisú, la panna cotta y la crème brûlée
Los postres de cuchara, con sus texturas cremosas y sabores ricos, requieren vinos que puedan realzar y complementar estas delicias sin dominarlas. A continuación te mostramos cómo combinar el vino adecuado con tus postres favoritos.
Para el tiramisú, un Vin Santo es un acompañamiento perfecto. Su dulzura y notas de frutos secos y miel combinan maravillosamente con el mascarpone y el café del tiramisú, creando una armonía de sabores que realza el postre sin apelmazarlo.

Si tu postre es una panna cotta, un Moscato d’Asti es la opción ideal. Su frescura, burbujas ligeras y dulzor equilibrado se integran bien con la delicadeza de la panna cotta, ofreciendo una combinación fresca y agradable.
Para una crème brûlée, un Sauternes es la mejor opción. Sus notas de fruta confitada y miel realzan la vainilla y el caramelo de la crème brûlée, creando una experiencia de degustación rica y sofisticada.
Estos maridajes demuestran que el vino puede realzar los postres, convirtiendo cada final de postre en un momento de pura alegría gastronómica.